Santa Lucía

Santa Lucía, patrona de los ciegos y abogada de los problemas de la vista, se representa con dos ojos en un plato, con una espada con la que fue decapitada y la palma de los mártires. Se dispone de pocos datos históricos de su vida y, con certeza, únicamente se sabe que fue una mártir de Siracusa durante la persecución del Emperador Diocleciano en el año 304 d.C.

La imagen de Santa Lucía preside la capilla que lleva su nombre, si bien antiguamente era la capilla autónoma del Palacio Episcopal bajo la advocación de las Once Mil Vírgenes. Fue durante la finalización del claustro cuando quedó adherida a la catedral. Su Puerta es románica, con arquivoltas de medio punto, y un gran ventanal encima de ella, también románico. En el interior hay una bóveda de arco, ya un poco apuntada, fruto de la época de transición entre el románico y el gótico. Dentro se encuentran los sarcófagos de Arnau de Gurb, obispo de Barcelona (siglo XIII), y del canónigo Francesc de Santa Coloma (siglo XIV).

El protagonismo de Santa Lucía en la ciudad de Barcelona se ve reflejado en el Mercado de Navidad de Santa Lucía, feria típica de artículos navideños de la que se tienen registros que se remontan al año 1786. El mercado tiene lugar en la Avenida de la Catedral.

A partir del siglo XIX, en el día 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, las costureras salían en procesión vestidas de fiesta a venerar a su patrona.