Al hacer un obsequio o elegir para nosotros un articulo, buscamos que sea un recuerdo o símbolo que despierte sentimientos, tanto en su significado como en la propia belleza de la pieza al lucirla.
Los primeros cristianos debían mostrar su fe de forma discreta para su seguridad, pero al mismo tiempo no querían esconder la fidelidad en sus creencias. Lucían símbolos que les hacían reconocibles entre ellos.
También hoy podemos lucir estos símbolos, hechos por artistas artesanos que han logrado con su arte, y la búsqueda constante en antiguos documentos, pequeñas joyas con los signos que sirvieron a nuestros antecesores en la fe para distinguirse y hacer discretamente visible su compromiso cristiano.
Al elegir un regalo, podemos aprovechar la ocasión para transmitir expresiones íntimas y espirituales, sin renunciar a la belleza y a un mensaje que convierte un objeto en un sentimiento.
Si queremos hacernos presentes en las personas obsequiadas, debemos saber elegir los regalos y transmitir nuestros deseos de amor, amistad y, a ser posible, con la belleza exterior e interior que los haga únicos.
