Figura realista de San Benito de Nursia con medalla incluida, 21 cm

Figura realista de San Benito de Nursia con medalla incluida, 21 cm. La figura de San Benito de Nursia, tallada con esmero y precisión, se alza majestuosa sobre una roca rugosa que emana fuerza y estabilidad. Esta escultura de resina, de 21 centímetros de altura, reposa sobre un pedestal sencillo que realza su presencia imponente y sagrada. Con un estilo realista, cada elemento iconográfico que caracteriza al santo se representa con meticulosidad y detalle, permitiendo admirar su simbolismo y significado.

Vestido con el hábito monástico, San Benito se presenta ante nuestros ojos como una figura venerable y sabia. Su figura esbelta y erguida revela una actitud de calma y serenidad, reflejando la paz interior que emana de su vida dedicada a la oración y la contemplación divina. Su rostro, tallado con maestría, irradia una expresión tranquila y profunda, con los ojos entornados que denotan compasión y sabiduría.

Sobre la roca, a los pies del santo, se encuentra la emblemática medalla de San Benito, que muestra en su anverso la imagen del santo y en su reverso la cruz de San Benito con inscripciones latinas. Esta medalla, símbolo de protección y fortaleza espiritual, brilla con un toque de bronce dorado que contrasta elegantemente con los tonos claros de la escultura.

Junto a San Benito reposa un cuervo, que sostiene un pan en su pico. Este elemento iconográfico representa la leyenda según la cual el santo fue alimentado por este ave durante su retiro en la soledad de las montañas. El cuervo, esculpido con fidelidad, muestra sus plumas detalladamente talladas y su gesto alerta, como si estuviera atento a las palabras del santo.

La mano derecha de San Benito se extiende en un gesto de bendición, irradiando una gracia divina que trasciende los límites de la escultura. En su mano izquierda, sostiene abierto el libro de la Regla, la obra escrita por él mismo que se convirtió en la base de la vida monástica benedictina. Cada página está representada con precisión, transmitiendo la importancia y la sabiduría contenida en este legado espiritual.

Sobre el libro, descansa un cáliz, símbolo de la Eucaristía y del sacrificio redentor. En su interior, una pequeña serpiente se encuentra enroscada, recordándonos la historia del veneno que San Benito logró neutralizar con su oración y fe en Dios. Este elemento iconográfico, delicadamente esculpido y pintado a mano, representa la victoria sobre el mal y la protección divina que el santo otorga a sus seguidores.

La escultura de San Benito de Nursia, con sus tonos claros y una sutil pátina de blanco, muestra un trabajo minucioso de pintura a mano que resalta los detalles y realza su belleza. Cada pliegue del hábito monástico, cada expresión del rostro y cada símbolo religioso están meticulosamente representados, creando una figura realista que invita a la contemplación y la reflexión.

La combinación de los colores claros y la pátina de blanco confiere a la escultura una sensación de luminosidad y pureza, resaltando la figura de San Benito y atrayendo la mirada hacia ella. Cada detalle está cuidadosamente trabajado, desde los pliegues del hábito que caen con elegancia y fluidez hasta los rasgos faciales que reflejan la calma y la sabiduría del santo.

La medalla de San Benito, colocada estratégicamente a los pies del santo, se presenta con una exquisita precisión. En su anverso, la imagen de San Benito aparece claramente definida, transmitiendo una sensación de veneración y devoción. En el reverso, la cruz de San Benito y las inscripciones latinas se pueden apreciar con una nitidez sorprendente, capturando la esencia de esta poderosa reliquia.

El cuervo, compañero fiel del santo, se representa con un realismo impresionante. Las plumas se esculpen con un detalle asombroso, mostrando la textura y la ligereza de cada una de ellas. El gesto alerta del ave y el pan en su boca dan vida a la escena, evocando la conexión especial entre San Benito y la naturaleza que lo rodeaba.

El gesto de bendición de San Benito, con su mano derecha extendida, transmite una sensación de paz y protección. Cada dedo está esculpido con precisión, mostrando la delicadeza y la fuerza de su bendición divina. El libro de la Regla en su mano izquierda se abre con suavidad, revelando las páginas cuidadosamente talladas y recordando la importancia de su obra como guía espiritual.

El cáliz, con su forma elegante y su brillo sutil, aporta un elemento de solemnidad y misterio a la escultura. En su interior, la pequeña serpiente enroscada simboliza la lucha contra el mal y la protección que San Benito proporciona a sus seguidores. El detalle minucioso con el que se representa la serpiente es impresionante, mostrando su figura reptante con una precisión cautivadora.

En general, esta figura de San Benito de Nursia en estilo realista es una obra maestra de la escultura. Cada elemento iconográfico se representa con fidelidad y habilidad, transmitiendo la esencia y el poder espiritual del santo. Con tonos claros y una pátina de blanco, la escultura emana una belleza serena y atemporal que invita a la contemplación y la reverencia. Es una pieza que captura la esencia de San Benito y se convierte en un símbolo de inspiración y protección para aquellos que la observan.